Durante un partido entre México y Estados Unidos disputado en el 2004 en el Estadio Jalisco nació una tradición que permaneció en los aficionados mexicanos, la cual parecía que no iba a tener mucha importancia.
En ese encuentro correspondiente al torneo preolímpico de la Concacaf, nació el famoso grito homofóbico, el cual, hasta la fecha, le ha traído muchos problemas tanto deportivos como económicos a la Federación Mexicana de Futbol (FMF).
Se trata de Mosh, un miembro de la barra del Atlas, equipo que juega de local en dicha cancha. El aficionado reconoció que en aquel momento no se encontraba en sus cinco sentidos, ya que había bebido alcohol.
Mosh aclaró que la inspiración la traían por algunas barras sudamericanadas, las cuales hacian el sonido de "ehhh", pero a él y sus amigos se les ocurrió agregar la palabra "puto", a la cual se les unieron varias personas conforme fue pasando el tiempo.
De acuerdo a una entrevista con Medio Tiempo, Mosh no creyó que el grito llegara a ser tan conocido como lo es en la actualidad. Aunque admitió que él considera que no se trata de un grito ofensivo y pidió a la FIFA que se dé el tiempo para investigar más respecto al tema.
En dicho torneo de selecciones juveniles de la Concacaf, México logró avanzar a la siguiente ronda como segundo lugar de su grupo. En Semifinales eliminó a su similar de Estados Unidos y consiguió el pase a la justa olímpica tras vencer a Costa Rica.
21/12/2024
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