Por Miguel Enríquez
La Selección Mexicana ha conseguido dos campeonatos del mundo en la categoría sub 17, pero pocos jugadores han llegado lejos en esas camadas y muchos de los que eran grandes promesas se quedaron en el camino, por lo que toda la ilusión que cargaban en sus hombros se fue de lado y no se mantuvieron en la cúspide.
Uno de los casos más representativos es el de Julio Gómez, quien fue bautizado como La Momia, por marcar un gol de tijera ante Alemania en la Copa del Mundo de 2011 de la categoría sub 17, cuando México venció a los teutones en la ronda de semifinales en la cancha del Territorio Santos Modelo, en Torreón.
La gran promesa del futbol mexicano dejó su futbol brillante, exquisito y con bastante coraje por ahora estar en lo que denominan jale, como el apoyo a la albañilería en Estados Unidos. Y es que Julio Gómez no concretó su paso por Pachuca, de donde salió, ni por Chivas, por lo que deambuló en diversos equipos.
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La principal razón de esto fue la falta de mentalidad, según el propio Julio, quien dijo que muy rápido se marean los jóvenes cuando ven los reflectores de la fama, del dinero y de todas las virtudes que puede obtener un futbolista sobre su carrera, por lo que él mismo no supo mantenerlo a flote y a sus 27 años está retirado.
Apenas el año pasado jugaba para la ya extinta Liga de Balompié Mexicano, en el equipo de San José, un cuadro de Morelos que quebró, como la gran mayoría de los equipos de ahí, por ello Julio Gómez ha optado por ayudar en el trabajo a su familia y en redes sociales se ve que va a trabajar diario cruzando la frontera de México a Estados Unidos para las labores de albañilería.
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