Dicen que Anchundia los ayudó, lo que dice FIFA sobre el penal que le dieron a América

América tuvo una visita sospechosa a dos días del Clásico Capitalino contra Pumas. El presidente de la Comisión de Árbitros, Armando Archundia, se presentó en las instalaciones de Coapa. Según declaró el exsilbante a su salida del Nido, se hizo presente para platicar con los equipos sobre el tema de capacitación del VAR, pero su explicación despertó dudas ante el favoritismo que han tenido las Águilas por parte del arbitraje en distintas situaciones. 

Distintos periodistas se cuestionaron sobre la presencia de Archundia en las instalaciones azulcremas. Uno de ellos fue David Faitelson, quien publicó en sus redes sociales un mensaje sarcástico donde escribió que si el exárbitro había ido a visitar a unos amigos. André Marín también alzó la voz en La Última Palabra y se preguntó qué hacía el presidente de los árbitros con América. Incluso otro silbante retirado, Francisco Chacón, se valió de un dicho popular que dice que no hagas cosas buenas que parezcan malas para referirse a la situación inusitada. 

América no dejó pasar más de cuatro minutos para empatar el partido en el estadio Azteca con un penal dudoso. Sebastián Cáceres y Diogo de Oliveira pelearon un balón dentro del área y el jugador brasileño de los Pumas tocó levemente en el tobillo al americanista, jugada que luego de algunos segundos fue marcada como penal por el nazareno César Ramos. De acuerdo con la FIFA, el reglamento es indiscutible, zancadilla por la espalda es falta, y en este caso, penal. 

¿Por qué dicen que ayudan al América?

En la temporada 1984-85 América y Pumas se encontraron en la final por el campeonato mexicano. el primer partido terminó en empate a uno en el estadio Azteca y el segundo sin goles en el Olímpico Universitario. El reglamento decía que en caso de dicha situación el campeón se definiría desde el manchón penal, pero la Federación Mexicana de Fútbol dio un anuncio sorpresivo y determinó que se jugaría un tercer partido en terreno neutral, en Querétaro, donde las decisiones de Joaquín Urrea encaminaron al triunfo americanista. Otra de las situaciones de dudosa credibilidad fue la final de 2002 contra Necaxa, donde los azulcremas se coronaron con un gol en fuera de lugar y un penal que no le marcaron a Zague, sólo por mencionar algunos de los pormenores que incitan a pensar en la ayuda arbitral a los de Coapa.