Por Nicole Bianchi
Tigres disputó uno de los partidos más importantes de su historia como institución este domingo en la semifinal del Mundial de Clubes ante el actual campeón de la Copa Libertadores de América, Palmeiras y desde el primer minuto de juego salieron comprometidos a conseguir la victoria a como diera lugar.
Después de unos primeros minutos donde Palmeiras intentó imponer jerarquía, Tigres empezó a controlar el partido a placer, al punto que solo en la primera mitad tuvieron tres opciones claras de gol, una de Carlos González y dos de André-Pierre Gignac que fueron salvadas por el guardameta brasileño, Weverton.
Tigres comenzó la segunda mitad de la misma manera que terminó la primera, manejando el balón y presionando constantemente a Palmeiras hasta que en un gran movimiento de Carlos González lo iba dejar mano a mano con el portero sino es por la falta que le comete el defensor para que el árbitro sancione la pena máxima.
Una vez más el encargado de hacer el cobro fue André-Pierre Gignac que volvió a mostrar sangre fría y realizó un remate perfecto que aunque Weverton adivinó la dirección, por la velocidad y buena ubicación no hubo manera que llegara a desviarla para que Tigres tomara la ventaja 1-0 en el minuto 54.
Después del gol Tigres no se replegó defensivamente y siguió intentando ir al frente para buscar ampliar la ventaja lo que le impidió a Palmeiras tomar la iniciativa y solo en los últimos minutos lograron meter al conjunto mexicano en su propio campo, pero fue más ganas que futbol y no llegaron a generar ninguna clara.
Tigres ahora se convirtió en el primer equipo de la Concacaf que se logra clasificar a la final de un Mundial de Clubes y ahora deberá esperar por su rival que se decidirá mañana en la otra semifinal entre el Bayern de Münich y el Al-Alhy.
21/12/2024
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