Sí hay un equipo en México que vive siempre la presión mediática al máximo, es el Club América. Eso se ve cuando la prensa y los medios de comunicación cuestionan todo lo relacionado al equipo, mientras que con otros clubes que se consideran grandes, buscan la manera de ser compasivos a la hora de exigir resultados.
Debido a dicha presión y exigencia, no cualquier jugador puede estar en una plantilla como la del América, ya que se necesita tener mucha personalidad para defender la casaca azulcrema y dar su mejor nivel para no quedar como un jugador más. Dentro de las posiciones que más destaca al equipo está la zona defensiva, donde han tenido a jugadores que marcaron época.
Por mucho es considerado como el mejor defensa que el Club América ha tenido en sus 105 años de historia. El también conocido como Capitán Furia se formó en las fuerzas básicas del equipo de Coapa. Debutó con el equipo de sus amores el 26 de mayo de 1974 en un partido contra Cruz Azul por el Campeón de Campeones.
Debido a su estatura, Tena llamó la atención del entrenador José Antonio Roca, quien de inmediato confió en él para darle la titularidad ante la lesión de varios de sus jugadores titulares. Para su mala suerte, Cruz Azul venció al América en aquel encuentro, por lo que no pudo conseguir su primer campeonato con el América.
Pero eso sólo fue el inicio de una carrera que dejaría huella en el América. Alfredo Tena se convirtió en una de las principales figuras del equipo en la década de los años 80, la cual es considerada como la mejor en la historia del equipo. Como jugador, consiguió seis campeonatos de liga, tres de Campeón de Campeones, tres campeonatos de la Concacaf y dos Copas Interamericanas.
Rafael Garza Gutiérrez, conocido también como Récord, es uno de los defensas que puso las bases para lo que hoy es el América, puesto que fue el fundador del Club América a los 13 años de edad. Pero sus logros no se limitan solamente al equipo que creó el 12 de octubre de 1916, puesto que también participó en la primera Copa del Mundo en Uruguay de 1930.
Sus éxitos en el América se traducen en cuatro títulos de la Primera División, los cuales se dieron de 1924 a 1928. Sin embargo, sus logros no quedaron ahí, ya que también ganó dos títulos de liga y una Copa México como entrenador del equipo azulcrema. Sin duda, junto a Tena, dos de los máximos referentes del americanismo.
A pesar de que no vive su mejor tiempo como defensa del América, el central paraguayo ha dejado marca en el equipo americanista gracias a lo que muestra en la cancha y a la manera en que se ha identificado con la afición del equipo. Llegó en el Apertura 2016, torneo en que las Águilas cumplieron 100 años y pudo anotar en la final ante Tigres en el Estadio Azteca.
Aunque América no pudo levantar el título, Bruno Valdez no bajó los brazos y siguió trabajando para poder consolidarse como el defensa titular del equipo. Su mejor época con el América se dio bajo las órdenes de Miguel Herrera, con quien se convirtió en un defensa goleador. Dichas anotaciones fueron fundamentales para que las Águilas levantaran la Liga MX en el Apertura 2018. También ha ganado la Copa MX y un Campeón de Campeones.
El Che Che es considerado como el mejor lateral en la historia del equipo. Su ida y vuelta en la cancha representaron una de las zonas más fuertes del equipo a la hora de jugar, al grado de tener dos etapas con el equipo. La primera fue entre 1988 y 1996, en la que consiguió dos campeonatos de liga, uno ante Chivas en la final del siglo y el segundo ante Cruz Azul.
Después de salir del equipo, regresó para estar bajo las órdenes de Leo Beenhakker, por lo que también formó parte de un equipo que maravilló no solamente a los americanistas, sino a todos los seguidores del futbol mexicano. Lamentablemente, ese América no pudo levantar un campeonato debido a los problemas de la directiva con el técnico.
Si hay un jugador que sabe lo que es estar en las buenas y en las malas con el equipo es Duilio Davino. El central mexicano llegó a las Águilas para el torneo de Invierno 1997, donde rápidamente se afianzó en el puesto titular. Es considerado como uno de los mejores en su posición debido a la entrega y liderazgo que mostraba en la cancha.
Dentro de su palmarés como azulcrema, Davino conquistó dos Ligas MX, la primera en el 2002 y la segunda en el 2005; también levantó un Campeón de Campeones, una Copa Gigantes de la Concacaf y una Copa de Campeones de la Concacaf. Junto al éxito, también estuvo cuando el equipo pasó una grave crisis entre 2007 y 2008.
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