Por Tomás Fernández
A pesar de la buena última década que tuvo, Tigres está lejos de entrar a los grandes del fútbol mexicano, por más que intente parecerse a Pumas copiando la mascota, la porra universitaria y robándose a jugadores talentosos desde finales de la década de los noventa para sumarlos a sus filas ante la falta de producción en sus fuerzas básicas.
Jorge Campos, David Oteo y Jesús Olalde fueron de los primeros en salir del conjunto universitario con rumbo a la Sultana del Norte, mientras que entre los más recientes hay nombres como Carlos González, Ismael Sosa y Juan Pablo Vigón, quienes fueron llevados a base de billetazos para reforzar el ataque felino, al igual que intentaron hacer ahora.
Los de la UANL preguntaron en Cantera sobre César Huerta y los auriazules al fin se cansaron de ver a sus jugadores comer banca o truncar sus carreras en el norte del país, por lo que la directiva negó su salida, pues afirmó que solamente hay interés de venta en caso de que lo busquen desde Europa, por lo que le cerró las puertas a los de Nuevo León para quedarse con otro gran jugador.
El jugador unamita de 22 años está tasado en el mercado de fichajes en 1.2 millones de euros, de acuerdo con Transfermarkt, aunque su precio podría incrementar para el próximo año y Pumas aprovecharía que tiene su carta.
21/12/2024
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