Por Víctor Fajardo
LaSelección Mexicana derrotó 1-0 a Estados Unidos en el último partido de la fase de grupos del Preolímpico de la Concacaf, encuentro en el que ambos equipos estaban clasificados, pero aún así se disputaba el orgullo de ganar un episodio más delClásico de Norteamérica.
El equipo estadounidense ha decepcionado en su accionar, pues si bien no cuenta con jugadores con la misma experiencia que el conjuntode Jaime Lozano, tiene los elementospara mostrar un mejor estilo, pero por el contrario, su partido consistióenel contacto y juego sucio.
LaSelección Mexicanafue el único equipo en el campo que intentó proponer un futbol atractivo, circulandoel balón y haciendo buenas coberturas en defensa. Filosofía que Estados Unidosno supo contrarrestar, por lo queen múltiples ocasiones hicieronfuertes entradas, con el objetivo de detener el juego del Tricolor.
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Cuando el partido estaba por concluir, jugadores de ambas selecciones se hicieron de palabras, en especial Carlos Rodríguez, quien además de una gran técnica e inteligencia, mostró ser el jugador del Tri, con mayor personalidad, pues fue el principal defensor de sus compañeros.
La joven promesa de Monterrey es uno de los jugadores que mejor se ha mostrado bajo el mando de Jaime Lozano, ya que pese a no tener la actividad suficiente en la Pandilla, enSelección Mexicana eleva su nivel, presionando al rival, recuperando balones, iniciando jugadas ofensivas y en muchas ocasiones, definiendo en el área contraria.
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