Hoy comienzan los primeros 90 minutos de la gran final del fútbol mexicano, pero hoy también comienzan los últimos 90 minutos de Miguel Layún como futbolista profesional; quizás arranque hoy como titular y también tenga minutos en el partido de vuelta, pero hoy puede ser el partido más significativo para la carrera de un futbolista que ha venido de menos a más, que ha sorteado cualquier cantidad de críticas y de hate, pero que con una mentalidad positiva ha podido salir adelante y ese es el ejemplo con el que nos debemos de quedar de Miguel Layún.
Un Miguel Layún que por cierto, en el Día de Medios ha dicho que Tigres no es un equipo grande a pesar de que gane y gane resultados, todavía no está en la jerarquía para denominarlo grande, y yo estoy de acuerdo con Miguel Layún; me parece que hoy Tigres sí es un equipo ganador, eso es indudable y no se debe negar. Tigres gana títulos, tiene un buen equipo, tiene dinero, es una escuadra que poco a poco va captando nuevos talentos y sobre todo nuevos aficionados, como tantos niños que traen ya la playera de Gignac.
Sin embargo los regios no son un equipo grande, tampoco quieran vernos la cara; hay algunos que sí quisieran que ya se le denominara grande del fútbol mexicano, pero esta etapa de Tigres es igualita a la del Toluca, igual a la del Necaxa de los 90’s, y mire que tengo buenos amigos que vivieron esa época pero que son conscientes que no son grandes, porque nunca lograron acaparar toda la atención del país, nunca lograron tener ese doble mercado ni sobresalir a nivel internacional, algo que le falta a Tigres y que tuvo la oportunidad de hacerlo en aquella final de Libertadores que perdieron ante River Plate.
Me parece que Layún pone en su lugar a Tigres, pone en su lugar a su afición y les dice que no son grandes, que aunque ganen títulos o no, seguirán sin estar a la altura de las Águilas del América. El que sí ha estado a la altura de un gran futbolista profesional es el propio Layún, y que difícil será para él decir adiós, que complicado será para el jugador abandonar el terreno de juego en una posición que de verdad le costó mucho; supongo que también le costó lágrimas, soportar aguantar o como dicen los argentinos, bancarse.
Justamente lo bancaron técnicos como Miguel Herrera, incluso lo llevó a disputar una Copa del Mundo en Brasil 2014 y después repitió con Juan Carlos Osorio en Rusia 2018. La carrera de Layún me parece intachable, es la de un futbolista sobresaliente, es quizás de un jugador que debería servir de ejemplo para muchos jóvenes en nuestro país.
21/12/2024
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