El Club América, fundado el 12 de octubre de 1916, es una de las instituciones más emblemáticas del fútbol mexicano. A lo largo de más de un siglo, ha forjado una rica historia llena de éxitos y ha visto pasar por sus filas a jugadores que se han convertido en auténticas leyendas. Estos futbolistas no solo destacaron por su talento en el campo, sino que también dejaron una huella imborrable en la afición y en la identidad del club.
Carlos Reinoso, conocido como "El Maestro", es considerado uno de los mejores mediocampistas en la historia del Club América. Llegó al equipo en 1970 y rápidamente se convirtió en el eje del mediocampo azulcrema. Su visión de juego, precisión en los pases y capacidad para anotar goles lo hicieron destacar. Durante su estancia en el club, Reinoso conquistó dos títulos de liga en las temporadas 1970-71 y 1975-76, además de una Copa México en 1973-74 y una Copa de Campeones de la Concacaf en 1977. Su legado perdura como uno de los máximos referentes del americanismo.
Alfredo Tena, apodado "El Capitán Furia", es sinónimo de liderazgo y entrega en el Club América. Debutó en 1974 y rápidamente se consolidó como defensa central titular. Su carácter aguerrido y compromiso con el equipo lo llevaron a ser capitán durante gran parte de su carrera. Tena es el jugador con más títulos en la historia del club, con seis campeonatos de liga, tres Campeón de Campeones, tres Copas de Campeones de la Concacaf y dos Copas Interamericanas. Su influencia en el equipo trasciende generaciones, siendo un ejemplo de dedicación y amor por los colores azulcremas.
Cristóbal Ortega es el jugador con más partidos disputados en la historia del Club América, con 711 encuentros oficiales. Debutó en 1974 y se mantuvo en el equipo hasta 1992, desempeñándose como mediocampista. Su consistencia y versatilidad en el campo le permitieron ser parte fundamental en la obtención de seis títulos de liga, tres Campeón de Campeones y dos Copas Interamericanas. Ortega es recordado por su profesionalismo y lealtad al club, siendo un ejemplo para las futuras generaciones de futbolistas.
Cuauhtémoc Blanco es, sin duda, uno de los jugadores más carismáticos y talentosos que ha vestido la camiseta del América. Debutó en 1992 y, a lo largo de varias etapas en el club, se convirtió en el máximo referente ofensivo. Blanco es reconocido por su habilidad técnica, creatividad y capacidad para definir partidos importantes. Con el América, conquistó un título de liga en el Clausura 2005, además de una Copa de Campeones de la Concacaf en 2006. Su legado trasciende el ámbito deportivo, siendo una figura emblemática del fútbol mexicano.
Luis Roberto Alves, mejor conocido como "Zague", es el máximo goleador en la historia del Club América, con 162 goles en partidos de liga. Hijo de la leyenda americanista José Alves "Zague", Luis Roberto debutó en 1985 y se mantuvo en el equipo hasta 1996. Su velocidad, potencia y olfato goleador lo convirtieron en una pieza clave en la ofensiva azulcrema. Con el América, Zague ganó dos títulos de liga y tres Copas de Campeones de la Concacaf, consolidándose como uno de los delanteros más letales en la historia del club.
Guillermo Ochoa, conocido como "Memo", es uno de los porteros más destacados que ha tenido el Club América. Debutó en 2004 y rápidamente se ganó la titularidad gracias a sus reflejos y seguridad bajo los tres palos. Con el América, Ochoa conquistó un título de liga en el Clausura 2005 y una Copa de Campeones de la Concacaf en 2006. Tras su paso por el fútbol europeo, regresó al club en 2019, reafirmando su compromiso y amor por los colores azulcremas. Su liderazgo y experiencia han sido fundamentales en la defensa del equipo.
Enrique Borja es recordado como uno de los delanteros más prolíficos en la historia del Club América. Llegó al equipo en 1969 y, durante su estancia, se coronó campeón de goleo en tres ocasiones consecutivas: 1970-71, 1971-72 y 1972-73. Con el América, Borja ganó dos títulos de liga y una Copa México, consolidándose como uno de los máximos referentes ofensivos de la década de los 70. Su capacidad para definir y su instinto goleador lo convirtieron en una leyenda del club.
Antonio Carlos Santos, conocido como "El Negro Santos", es considerado uno de los mejores jugadores extranjeros que han pasado por el Club América. Llegó al equipo en 1987 y, durante su estancia, se destacó por su habilidad, visión de juego y capacidad para anotar goles desde el mediocampo. Con el América, Santos ganó dos títulos de liga, una Copa de Campeones de la Concacaf y una Copa Interamericana. Su estilo de juego elegante y efectivo lo convirtieron en un ídolo de la afición azulcrema.
Héctor Miguel Zelada es recordado como uno de los mejores porteros en la historia del Club América. Llegó al equipo en 1979 y rápidamente se consolidó como una pieza clave en la portería. Durante su tiempo con el América, Zelada fue fundamental en la obtención de tres títulos de liga: 1983-84, Prode 85 y 1987-88. También conquistó una Copa de Campeones de la Concacaf en 1987 y una Copa Interamericana en 1990.
Su habilidad bajo los tres palos y su liderazgo en la defensa lo convirtieron en un jugador clave durante la época dorada del club en los años 80. Además, Zelada tuvo el honor de formar parte de la selección argentina que ganó el Mundial de 1986, un logro que consolidó aún más su estatus como leyenda en el fútbol.
Iván Zamorano, apodado "Bam Bam", llegó al Club América en 2001 como una de las contrataciones más destacadas en la historia del equipo. El delantero chileno, con una carrera consolidada en Europa, aportó su experiencia y capacidad goleadora al equipo. En su paso por el club, Zamorano fue una pieza clave para conquistar el título del Torneo Verano 2002, rompiendo una sequía de 13 años sin campeonatos de liga.
Su liderazgo dentro y fuera del campo dejó una marca imborrable en la afición americanista. Zamorano no solo destacó por sus goles, sino también por su carisma y compromiso con los colores azulcremas, consolidándose como un ídolo de la institución.
Salvador Cabañas es uno de los delanteros más recordados por la afición del Club América. El paraguayo llegó al equipo en 2006 y rápidamente se convirtió en el máximo referente ofensivo. Con su habilidad para marcar goles en momentos clave, Cabañas lideró al América a conquistar la Copa de Campeones de la Concacaf en 2006 y a disputar finales importantes en la liga.
Desafortunadamente, su carrera se vio interrumpida en 2010 debido a un incidente fuera de las canchas que conmocionó al mundo del fútbol. Sin embargo, su legado en el Club América permanece intacto, siendo recordado como uno de los delanteros más destacados de su historia.
El Club América no sería el gigante del fútbol mexicano sin el aporte de estas leyendas que han marcado época. Cada uno de ellos dejó una huella imborrable, ya sea por sus goles, liderazgo, habilidad en el mediocampo o solidez en la defensa y la portería. Estas figuras no solo representan el pasado glorioso del equipo, sino que también inspiran a las nuevas generaciones de futbolistas a seguir escribiendo capítulos de éxito en la historia del club.
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