Por Javier Vaca
En la selección mexicana no existía jugadores que a pesar de su buen talento terminan siendo relegados del condenado mexicano por sus problemas de extra cancha, es el caso de un jugador que para el Mundial del 2010 Tuvo un inconveniente en un bar y aunque trató de justificar aduciendo que era un pariente muy parecido a él finalmente se descubrió su complicidad y le costó la titularidad en la selección mexicana.
Con el pasar de los años el jugador fue relegado siempre a la banca de suplentes y estuvo en la sombra del guardameta Guillermo Ochoa. Se trata del portero mexicano Jesús Corona, quien tuvo un percance en un bar previo al mundial 2010 y esto le costó la titularidad en dicho mundial donde el conejo Pérez se encargó de cubrir el arco en aquella justa deportiva. Aunque Jesús Corona llegó hasta el Mundial 2018, no pudo ser titular en Ninguno de los tres mundiales los que participó.
Guardameta mexicano, pese a que sigue activo actualmente en Xolos de Tijuana, ya piensa en su retiro deportivo, puesto que el jugador mexicano ha puesto algunos negocios, entre ellos la venta personalizada de unos guantes que llevan su nombre con el fin de auspiciar a otros jóvenes porteros. A sus 42 años, Jesús Corona entiende que muy pronto deberá colgar los guantes y por eso buscan nuevas alternativas de trabajo.
En el Mundial de Brasil 2014, Jesús Corona nuevamente por su temperamento pasa un problema complicado, pues discutió Guillermo Ochoa por ver quién tendría el número uno, según confesó Miguel Herrera en una entrevista. Al final, Paco Memo aceptó atajar con el número 13, el que ha escogido desde entonces como su número y se quedó con la titularidad dicho mundial donde destacó como la gran figura de México.
21/12/2024
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