El regreso de Javier Aguirre al banquillo de la Selección Mexicana ha generado grandes expectativas, pero también ha revelado algunos desafíos significativos, particularmente en términos de atraer a los aficionados. A pesar de ser uno de los equipos más populares y seguidos en todo el continente americano, el Tricolor ha experimentado una preocupante disminución en la asistencia de público en sus recientes compromisos en Estados Unidos, un territorio en donde la afición ha demostrado su apoyo durante los últimos.
En su reciente enfrentamiento contra Nueva Zelanda en el Rose Bowl de California, la Selección Mexicana registró la tercera peor asistencia en los últimos cinco años en Estados Unidos, con apenas 25,271 aficionados en las gradas. Esta cifra es particularmente alarmante, considerando que marcó el inicio del tercer ciclo de Javier Aguirre al frente del equipo. Además, se trata del registro más bajo en lo que va de 2024, lo que subraya la preocupación sobre el nivel de atracción que el equipo genera actualmente entre sus seguidores en el extranjero.
A pesar de que 25 mil personas no es una cifra despreciable, la caída en la asistencia refleja una tendencia preocupante para la Selección Mexicana en Estados Unidos. La peor entrada de México en los últimos cinco años ocurrió en la Copa Oro 2021, en un partido contra Guatemala en el Cotton Bowl de Dallas. En esa ocasión, apenas 15,391 aficionados asistieron al encuentro, una cifra que se convirtió en un punto bajo en la relación entre el equipo y su afición en el país vecino.
Otra muestra de la disminución en el interés por parte de los seguidores mexicanos en Estados Unidos se dio también en 2021, en un partido entre México y Panamá en Austin, Texas. En esa ocasión, solo 17,202 aficionados se dieron cita en el estadio, registrando la segunda peor asistencia en los últimos cinco años. Este juego formaba parte de una serie de partidos en los que la Selección no logró atraer las multitudes habituales, a pesar de enfrentar a rivales de calibre en la región.
Históricamente, los partidos de la Selección Mexicana en Estados Unidos han sido eventos de gran convocatoria, con estadios llenos y una atmósfera vibrante que siempre ha sido un reflejo del apoyo masivo al equipo. Sin embargo, la reciente caída en la asistencia plantea preguntas sobre el estado actual de la relación entre el equipo y su base de seguidores.
Javier Aguirre, consciente de la situación, comentó tras el partido contra Nueva Zelanda: "La afición es soberana y espera a cambio de su entrada algo. Es el primer paso, como vayamos haciendo camino, generosos, entregados, la gente va a empezar a acercarse". Estas palabras sugieren que Aguirre reconoce la necesidad de reconectar con la afición y ofrecerles un espectáculo que justifique su presencia en las gradas.
El reto para Javier Aguirre y su cuerpo técnico es claro: más allá de obtener buenos resultados en la cancha, necesitan recuperar la confianza y el entusiasmo de la afición mexicana, especialmente en Estados Unidos. Esto implica no solo ganar partidos, sino hacerlo de manera convincente y con un estilo de juego que emocione a los aficionados.
21/12/2024
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