Por David Alomoto
Vicente Sánchez hizo un cambio que le resultó ante Necaxa, sentando a Lorenzo Faravelli que era de los intocables de Martín Anselmi, y poniendo como dupla en la mitad del campo a Eric Lira con Alexis Gutiérrez. Al entrenador no le tembló la mano para dejar a Lolo en el banco y se arriesgó porque ha sido muy regular desde que llegó a la Liga MX, sin embargo le funcionó su estrategia, porque quedaron 3 por 1 en Aguascalientes.
En el mundo del fútbol, los cambios suelen generar incertidumbre y dudas. Sin embargo, en el caso de Cruz Azul, la llegada de Vicente Sánchez como técnico interino ha significado un cambio de rumbo positivo para el equipo. Su reciente victoria 3-1 ante Necaxa es una muestra de que el estratega uruguayo ha sabido imprimir su sello en el juego del equipo.
Una de las decisiones más llamativas de Sánchez en el partido contra Necaxa fue la de sentar en la banca a Lorenzo Faravelli, un jugador que era considerado intocable por el anterior técnico, Martín Anselmi. Faravelli, un volante central argentino que se había ganado un lugar en el corazón de la afición celeste por su entrega y regularidad, fue sorpresivamente relegado al banquillo.
En su lugar, Sánchez apostó por una dupla en el mediocampo conformada por Eric Lira y Alexis Gutiérrez. Esta decisión, que en un principio pudo haber generado dudas, resultó ser un acierto. Lira y Gutiérrez cumplieron con creces su labor en el centro del campo, aportando equilibrio y solidez al equipo.
La victoria de Cruz Azul ante Necaxa no fue producto de la casualidad. Se notó la mano de Vicente Sánchez en el planteamiento táctico y en la motivación de los jugadores. El equipo mostró una actitud diferente en el campo, con mayor intensidad y determinación.
Sánchez supo transmitir su idea de juego a los jugadores, quienes respondieron con creces en el terreno de juego. La presión alta, la velocidad en la transición defensa-ataque y la solidez defensiva fueron claves para conseguir la victoria.
Si bien es temprano para sacar conclusiones definitivas, la actuación de Cruz Azul ante Necaxa invita a soñar con un futuro prometedor. Vicente Sánchez ha demostrado que tiene la capacidad para dirigir al equipo y que puede tomar decisiones importantes sin que le tiemble la mano.
La afición celeste, que había perdido la esperanza tras la salida de Anselmi, vuelve a ilusionarse con su equipo. Con Sánchez al mando, Cruz Azul parece haber encontrado el camino para volver a ser protagonista en la Liga MX.
La llegada de Vicente Sánchez al banquillo de Cruz Azul ha significado un cambio de aire para el equipo. Su decisión de sentar a Faravelli y apostar por Lira y Gutiérrez resultó ser un acierto. La mano del técnico se notó en el partido contra Necaxa, donde el equipo mostró una actitud diferente y consiguió una importante victoria.
Si bien es temprano para sacar conclusiones definitivas, todo indica que Vicente Sánchez tiene lo necesario para convertirse en un técnico importante en el fútbol mexicano.
En el mundo del fútbol, los resultados mandan. Y en el caso de Cruz Azul, la llegada de Vicente Sánchez como técnico interino ha significado un cambio radical en el rumbo del equipo. Su reciente victoria 3-1 ante Necaxa no solo le ha dado tres puntos valiosos al equipo, sino que también ha servido para acallar las críticas y generar una ola de optimismo entre la afición celeste.
La llegada de Sánchez al banquillo de Cruz Azul no fue fácil. El equipo venía de una serie de resultados negativos y la afición se encontraba desencantada con el rendimiento del equipo. Además, la decisión de dejar en la banca a Lorenzo Faravelli, un jugador muy querido por la afición, generó muchas dudas sobre la capacidad del técnico uruguayo.
16/02/2025
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