Sucesor de Ronaldo Nazario, un crack dentro del campo de juego. Su potencia asombraba a muchos y era un goleador letal. Con la camiseta número 7, era el terror de las defensas, tanto en Italia como en las Eliminatorias Sudamericanas, en donde representó a Brasil. Sin embargo, la muerte de su padre lo cambió todo.
El perder a su progenitor, hizo que Adriano pierda los estribos y su carrera, que estaba en el punto máximo, termine en fiestas, bebidas y otro tipo de sustancias consumidas. Así desapareció el fuego sagrado del gol en los pies de Adriano, quien terminó mal, por sus constantes fiestas y excesos. Ahora, de acuerdo a Infobae, al jugador lo que le queda de fortuna es el dinero que vendió de una mansión.
El deportista vendió su residencia por un monto de 1 millón 600 mil dólares y se mudó a un hotel, al que llevó su ropa y algunos trofeos. Es decir que al jugador le quedaría esta cantidad de dinero, luego del éxito y el gran salario que tenía en el combinado del Inter de Milan, en donde tuvo su punto cumbre en la Liga de Italia.
En una entrevista publicada por O Globo, el jugador reconoció que pasó mal, que bebía todo lo que podía y que eso atentaba contra su físico. Que siempre llegaba a la enfermería del equipo y tenía constantes dolores del cuerpo, que ya le impedían jugar con normalidad. Por eso le puso fin a su carrera profesional.
22/11/2024
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