Por Ricardo Camacho
Para ser un equipo ganador se necesita algo más que jugar bien, defender de gran manera, tener buenos jugadores, y un entrenador capaz. Cualquier otra fórmula que no incluya esto, es difícil pensar en que un equipo pueda ser uno ganador, aunque no es imposible, sólo más difícil de imaginarlo.
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A esta fórmula se le tiene que añadir el manejo de los partidos, tener un sistema nervioso dócil y entrenado, que no sucumba ante los momentos de la presión, que siempre van a existir, pues no en todo momento las cosas saldrán con el viento en la vela, alguna vez la tormenta alcanzará al barco, y hay que saber manejar eso.
Un gran ejemplo es Cruz Azul, que por años tuvo la fama de ser el equipo pecho frío que en los últimos minutos dejaba ir las ventajas, se dejaba empatar, o perdía hasta finales con goles de porteros. De la mano de Juan Reynoso creó un equipo con temple, que a diferencia de los predecesores no cayó en los momentos de más tensión, y dos décadas después levantó un nuevo campeonato de liga.
El Club Deportivo Guadalajara en la “era de Marcelo Michel Leaño” se ha caracterizado por ser un equipo que por tramos y contextos concretos tiene buenos pasajes, sin embargo, no consigue dominar y ponerle cierre a los partidos. Incluso a través de las redes comienzan a llamarle el ‘nuevo Cruz Azul’. ¿Cómo se ha ganado este apodo?
Para muchos, uno de los mejores partidos que ha tenido el Guadalajara con el ‘ajedrecista’ Leaño en el banquillo, fue contra La Franja Mecánica de Nicolás Larcamón en la reclasificación del torneo anterior.
Chivas llegó como 10° a esta instancia, para medir con el 7°, que fue Puebla. El Rebaño comenzó ganando desde el 6’, empató Tabó al 20’. Nuevamente se fueron al frente en el 62’, y cuando parecía que irían a Liguilla, Lucas Maia igualó el juego de cabeza al 90’, mandado el juego a penales.
Desde los once pasos, Antony Silva venció a Gudiño, atajando 3 penales, por sólo 2 del guardameta rojiblanco, dándole el pase a la fiesta grande a los poblanos. El Rebaño no pudo volver a la liguilla.
En un partido lleno de polémica arbitral, La Fiera se fue al frente gracias a un pase atrás mal dado por Fernando Beltrán, que Víctor Dávila frente a Gudiño no perdonó, dándole ventaja a los Esmeraldas pronto en el juego.
Otro de los buenos juegos con Leaño, en el que los rojiblancos hicieron figura a su ex arquero, Rodolfo Cota, empataron al 81’ gracias al ‘Chicote’ Calderón. Cuando parecía que si no lo ganaban, por lo menos empatarían, pues las ocasiones del Rebaño eran más que las de León, llegó la catástrofe.
En un pase cruzado de Víctor Dávila a la espalda de toda la defensa que llegó a Osvaldo Rodríguez, el seleccionado mexicano la bajó dentro del área, y frente a Gudiño, en el 90’+4, selló los 3 puntos para su equipo.
Apenas una semana después de lo de León, les tocó enfrentar al viejo conocido que los eliminó el Grita México A2021, el Puebla, que ahora visitaba la cancha del Akron, en medio del sin fin de rumores que ponían a Larcamón en Chivas.
Con una primera parte brillante, el Guadalajara lo ganaba 2-0 al descanso, pero, los partidos tienen dos mitades, y la segunda fue un auténtico desastre para el Rebaño, que no tuvo reacción a lo hecho por Larcamón.
Nuevamente con polémica arbitral detrás, Puebla le dio la vuelta al partido en el 78’ con gol de Guillermo Martínez, arrebatándoles 3 puntos de las manos al Chiverio, que más de uno juró que ya eran suyos, y los dejaron ir.
En una edición más del Clásico Tapatío, por primera vez, después de 70 años, los Zorros llegaron como campeones de México, sin embargo, con todo y eso Guadalajara quería demostrar que domina la ciudad.
Nuevamente con polémica arbitral detrás, el Rebaño se fue adelante en el luminoso con gol de Roberto Alvarado, era un golpe sobre la mesa ganarle al rival histórico, y campeón del fútbol mexicano.
Una nueva debacle llegó cuando al minuto 90’+1 Julián Quiñones les empató el juego, dejando sin opciones de triunfo a los de Leaño, que vieron una vez más como les quitaban la victoria de las manos, aunque, al menos se quedaban con 1 punto.
Una vez más en jornadas consecutivas, pues la 12 no la han disputado, el Guadalajara fue a la tierra Escarlata en busca de volver a ganar, y regresar a puestos de repechaje, del que está fuera desde la fecha anterior que no jugó.
El juego se complicó con uno menos desde el 24’ tras la expulsión de Carlos Cisneros. Con la entrada de José Juan Macías, y con uno menos, Chivas estaba ganando una vez más, y comenzó a de a poco, guardar ese gol.
La descalabrada llegó cuando en el 90’+7 Leo Fernández tiró de su repertorio, y con un gol desde fuera del área, les arrancó una victoria más, que parecía segura. El manejo de los nervios venció una vez más al Guadalajara.
En Clásicos que parecen ganados, repechajes para regresar a la Liguilla, partidos de fase regular, Chivas no sabe manejar partidos, la presión del mismo los ha vencido no una, no dos veces, repetidas ocasiones, tirando puntos importantes, que para equipos con un sistema nervioso central entrenado, habrían ganado.
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