Los futbolistas profesionales ganan sumas exorbitantes de dinero; sin embargo, su carrera se puede terminar de un momento a otro, es por eso que una vez que la fama se termina la vida de los jugadores suele ser muy complicada, sobre todo si no hacen una buena planeación a futuro.
Juan Hernández, mejor conocido como el Che Che, es el claro ejemplo de ello, el exjugador del América desplegaba un futbol poco convencional con el que supo ganarse a la afición de las Águilas pese a no haber surgido de la cantera azulcrema.
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Hernández era un futbolista adelantado a su época, en 260 juegos con las Águilas marcó 13 goles y su mejor etapa la vivió bajo el mando de Leo Beenhakker, ya que el neerlandés supo explotar sus cualidades y pulir sus condiciones.
Hernández es reconocido como el mejor lateral en la historia del América, además forma parte del XI ideal, principalmente por aquel gol marcado a Cruz Azul en la final de la temporada 88-89; sin embargo, su vida cambió radicalmente una vez que colgó los botines.
De estar en lo más alto del futbol mexicano, actualmente el Che Che se gana la vida en las talachas, jugando para un equipo de la Central de Abastos de la Ciudad de México donde cobra entre 500 y 3 mil pesos por juego, según la fase donde se encuentre el equipo.
23/11/2024
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