Llegar como refuerzo en Cruz Azul, además de ser un constante, pues el club no se caracteriza mucho por su confianza en las Fuerzas Básicas, es una responsabilidad que no muchos jugadores retribuyen en comparación de lo que se gastó en ellos.
No se atreve a emigrar a Europa, tiene miedo al fracaso y terminar como Orbelín Pineda
En ocasiones la hinchada azul suele ser más exigente con los jugadores mexicanos que visten la camiseta celeste, pues el deseo de ser un equipo base para el Tri o que éste sea su primer paso para ser ídolo y jugar en Europa siempre está ahí.
A pesar de llegar a ser campeones, ya sea de torneos menores como la Copa MX o de alcanzar el título de Liga, nada asegura que el lugar ganado en el plantel se pueda mantener, pues cada nuevo campeonato la ilusión se renueva y si no hay resultados inmediatos, la paciencia se acaba, ese fue el caso del defensa mexicano Adrían Aldrete.
Hoy, a sus 34 años, Aldrete parece estar viviendo más del pasado que de lo que pueda ocurrir en su futuro inmediato, pues a pesar de haber fichado por los Pumas para el Apertura 2022, el canterano de Monarcas Morelia prefiere recordar su amistad con Pep Guardiola con quien pudo compartir vestidor cuando el ahora técnico del Manchester City vistió la playera de Dorados de Sinaloa, y lo recuerda como algo importante en su carrera pues aprendió a trabajar mejor en los espacios reducidos y a mejorar desde el entrenamiento.
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