Jugó una de las finales más memorables del fútbol mexicano, aunque habrá que señalar que en ese momento, no era una final de Liga MX sino una final de CONCACAF Liga de Campeones. Michael Arroyo, un extranjero que llegó al fútbol mexicano y que sí era un factor de peso en el América, no como otros refuerzos que llegaron y fueron puro humo y no rindieron como se necesitaba.
El americanismo recuerda con todo cariño cómo el Micky abrió el marcador en el estadio Azteca con una jugada en donde recuperó la pelota, tiró una pelota con gambeta, luego la mandó larga, entró al área y con un fuerte disparo de media distancia, la mandó a guardar en el poste que cubría el futbolista argentino Nahuel Guzmán, quien ni pudo ver el fierrazo descomunal que le propinó el jugador ecuatoriano.
Michael Arroyo pues pasó de tocar el cielo a pasarla no mal, pero no en las condiciones que uno creería que un futbolista así puede estar. Es que el tiempo ha pasado y Michael Arroyo ya no es cotizado como antes, de hecho, al jugador se le abrió una chance en el combinado del Naranja Mecánica, equipo de la segunda división de Ecuador. De acuerdo a Ecuagol, los salarios en esta categoría oscilan los 400 dólares.
El deportista ecuatoriano, quien la rompió en el América, así sigue su vida, lejos del fútbol mexicano pero ahora cercano a sus actividades y a su familia en Ecuador, en donde también es recordado por su trabajo cuando jugó en el combinado de Barcelona de Guayaquil, en donde fue campeón.
22/11/2024
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