Por Carlos Pérez
Pumas no pasa por un buen momento debido a sus últimos resultados. Lo triste es que haya sido que en tan pocos partidos, se haya perdido la ilusión por ver a un equipo candidato al título, o al menos con serios argumentos para dudar de ello. Esto tiene que ver mucho con la forma en la que han perdido sus últimos partidos.
La paciencia se agota, y ante el bajo ánimo de la afición y de los jugadores, cualquier roce puede ser la chispa para que todo se encienda. En este caso, en redes sociales han grabado como un par de jugadores se detuvieron a la firma de autógrafos, con excepción de un tercer jugador que se siguió de largo.
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Estamos hablando de Eduardo Salvio, volante argentino que ha sido de lo poco rescatable en el cuadro universitario. Si bien aquí podemos caer en la típica provocación sobre “el acto soberbio de un jugador sobre la afición” estaría claro el preguntarnos de los antecedentes de aficionados con jugadores, como fue el caso de la incómoda situación por la que pasaron jugadores del Cruz Azul.
Claro que el aficionado puede pensar y decir lo que quiera, pero también contamos con el sentido común de que actos que intimiden a los jugadores no son dignos de llamarse actos de un aficionado. Muchos argumentan que por pagar un boleto o un PPV pueden hacer y deshacer, tal vez eso hable mucho de su moral y lamentable forma de ver el mundo.
23/11/2024
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