Por Javier Vaca
Cuando un jugador a temprana edad empieza a despuntar puede correr el riesgo de que la fama se le suba a la cabeza o puede centrarse y ponerse metas aún mayores. Esto es lo que sucedió con Carlos Vela e Hirving Lozano, dos caras de la moneda en cuanto a su mentalidad.
El originario de Cancún, Carlos Vela, luego de ganar el Mundial Sub-17 su fama creció a tal punto que le permitió llegar a Europa a temprana edad, sin embargo, no supo medirse y poco a poco los excesos le fueron consumiendo. Por otro lado, Hirving Lozano que salió muy joven para Europa, pero muy centrado en sus objetivos.
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Quizás ser padre a temprana edad le ayudó al Chucky para ver la vida y su trabajo desde otra perspectiva, pues con su sueldo compró juguetes y pañales para su pequeña hija. Hirving Lozano entendió que su trabajo llegaría a nutrir a su familia. Por su parte, Carlos Vela no supo administrar bien su dinero.
Se dice que una de sus debilidades es el golf y que le invierte mucho dinero a su vestimenta, así como a los accesorios para practicarlo como el kit completo de palos de golf, los mismos que oscilan entre 18 mil y 20 mil pesos. Ahora Carlos Vela gracias al salario que percibe en LAFC se da ese tipo de lujos y cada que puede, practica golf con su esposa.
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