Por Eduardo Medina
Pumas se mostró como un equipo con cierto desorden ante Pachuca, pero en una zona específica del campo de juego: en la zona medular, en la media cancha. En esa línea, Andrés Iniestra saltó como titular. Sin embargo no logró ser el jugador que Pumas requería.
A lo largo del compromiso, el Lobo se mostró muy poco. Casi, casi, desapercibido. No aprovechó las características de juego de sus compañeros. En los contragolpes se lo vio muy lento. Además, no funcionó como un jugador clave en recuperación, algo que se notó claramente en Universidad.
Incluso, en los pases no estuvo del todo preciso. Como que le daba miedo entrar con más determinación en algunas jugadas, expresó la fanaticada del conjunto universitario. También ralentizó el juego, en especial en las transiciones de defensa-ataque. Pareciera que Iniestra no siente los colores del cuadro auriazul. No suda la playera de Pumas.
Sin embargo, Andrés Lillini insiste con él. Es uno de los becados del club. El DT lo alinea como titular y simplemente no funciona. Quizá Lillini ve algo más de él en los entrenamientos que nadie más ve y por esa razón lo ubica, en vez de a otros elementos en esa posición, como Erik Lira, quien le da mejores cualidades a Pumas en el mediocampo. Pero sigue relegado a la banca.
23/11/2024
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