Valía 14 millones de euros y terminó costando 50 mil; bultote en Cruz Azul

Por la máquina cementera han pasado muy grandes futbolistas, futbolistas que cumplen, pero no son cracks, petardos que simplemente hacen de bulto de cemento en el campo y por su puesto estrellas de renombre mundial. Cruz Azul ha invertido demasiado en jugadores de calidad, pero muchos de estos terminan no siendo lo que esperaban.

Cada final de temporada los equipos mexicanos se alistan para el mercado de transferencias y sacar la billetera. La mayoría de los equipos del territorio azteca se fijan en el mercado sudamericano, ya que tal vez es el más redituable para sus bolsillos y es que se pueden encontrar piernas a muy buen precio que te darán una muy buena calidad de juego.

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En cada mercado los equipos mexicanos sorprenden con buenos fichajes y hasta inclusive con bombas que nos hacen ver el potencial de nuestra liga. Sin embargo, estos fichajes terminan costando un ojo de la cara y otros terminan valiendo totalmente la pena como el de los Tigres si hablamos de Gignac.

En el 2013 Cruz Azul sorprendía a todos con un fichaje muy extraño y ese era el del Camerunés Achille Emaná que venía procedente del Al-Wasl de la liga de los Emiratos Arabes y que además había jugado la Copa del Mundo de Sudáfrica en el año 2010 con Camerún. En sus mejores tiempos Emana llegó a valer 14 millones de euros cuando estaba con el Real Betis a la edad de 26 años.

<br/>¿Cómo le fue a Emaná en el azul?

El fichaje de Achille fue un rotundo fiasco ya que solo disputó 4 partidos y anotó un solo gol ante el Monarcas Morelia. En pocas palabras fue un petardo que salió por la puerta trasera de la máquina para no ver actividad durante 6 meses y posteriormente recalar en el Atlante. Para después ir vagando en equipo en equipo devaluándose hasta costar solo 50 mil euros.