Cuando se anunció el intercambio entre Chivas y Pumas, que involucraba a Alan Mozo y César "Chino" Huerta, gran parte de la afición rojiblanca celebró la llegada del lateral derecho, convencidos de que era un movimiento que reforzaría al equipo. En contraste, Huerta era considerado por algunos como un jugador sin tanto futuro, alguien que no había podido explotar su talento con el Rebaño Sagrado. Hoy, el panorama es completamente diferente y ha llevado a muchos a cuestionar quién fue el verdadero ganador de esta transacción.
En el verano de 2022, Chivas buscaba reforzar su defensa con Alan Mozo, un jugador que en Pumas había destacado como uno de los mejores laterales derechos de la Liga MX. Su incorporación era vista como un paso hacia un equipo más competitivo, mientras que César Huerta, quien regresaba de su préstamo en Mazatlán, era enviado a los universitarios como parte de la negociación.
La lógica de muchos aficionados rojiblancos era clara: Alan Mozo llegaba con experiencia y calidad probada, mientras que Huerta, a pesar de su juventud, no había terminado de convencer ni de ganarse un lugar en el cuadro titular del Rebaño.
Dos años después, las trayectorias de ambos jugadores cuentan historias muy diferentes. Alan Mozo llegó a Chivas con grandes expectativas, pero su estancia en Guadalajara no ha estado a la altura. Entre lesiones, irregularidad y la presión de la afición, Mozo no ha podido consolidarse como un jugador clave en el esquema del equipo. Su nivel ha bajado al punto de ser relegado en ocasiones, mientras los cuestionamientos sobre su profesionalismo y compromiso aumentan.
Por otro lado, César Huerta encontró en Pumas la oportunidad de redimirse. Bajo la dirección de Antonio Mohamed, el "Chino" explotó su talento al máximo, convirtiéndose en una figura clave para los universitarios. Su desempeño no solo le valió la titularidad en su equipo, sino también un lugar en la Selección Mexicana. Huerta fue parte importante en la conquista de la Copa Oro y se perfila como uno de los jugadores mexicanos con mayor proyección internacional.
El éxito de Huerta y la falta de impacto de Mozo han generado debates intensos entre los aficionados. Algunos señalan que Chivas dejó ir a un talento que solo necesitaba confianza y continuidad para brillar, mientras que otros critican que Alan Mozo no ha respondido a las expectativas que se tenían sobre él.
Además, la posibilidad de que César Huerta emigre al fútbol europeo en el corto plazo es un recordatorio constante de lo que Chivas dejó escapar. Para muchos, el intercambio que en su momento parecía favorecer al Rebaño ahora luce como un error estratégico.
El caso de Mozo y Huerta es un ejemplo de cómo las decisiones en el fútbol pueden ser juzgadas de maneras muy diferentes con el paso del tiempo. Si bien en el papel Chivas parecía haber ganado al llevarse un jugador con mayor experiencia, el desarrollo de ambos demuestra que el contexto, la confianza y el manejo adecuado de los jugadores son factores clave para su éxito.
Hoy, los aficionados rojiblancos no pueden evitar preguntarse: ¿y si el verdadero ganador del intercambio fue Pumas?
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