El ejemplo de Edson Álvarez y Santi Giménez, el camino para que México sea campeón del mundo

La Selección Mexicana de fútbol ha demostrado en los últimos años un crecimiento constante, y muchos se preguntan cuál es la clave detrás de este desarrollo. Al analizar trayectorias como las de Edson Álvarez y Santiago Giménez, un patrón comienza a emerger: una fórmula que podría estar moldeando a la próxima generación de estrellas mexicanas. Si México quiere ser campeón del mundo, debe debutar a sus jugadores a una edad joven, como de 18 años para posteriormente dar el salto a Europa al principio de sus veinte para que se terminen de desarrollar en el viejo continente.

Tanto Álvarez como Giménez debutaron en la Liga MX a los 18 años, acumulando una experiencia invaluable en el fútbol mexicano antes de dar el salto al viejo continente. A los 21 años, ambos jugadores se aventuraron a ligas europeas de menor nivel, como la Eredivisie, para adaptarse al fútbol profesional europeo. Este proceso gradual les permitió consolidarse y ganar confianza antes de dar el salto a ligas más competitivas.

Este modelo no es exclusivo de Álvarez y Giménez. Varios jugadores mexicanos han seguido un camino similar, demostrando que la experiencia en la Liga MX, seguida de una etapa de adaptación en ligas europeas menos exigentes, es una fórmula efectiva para desarrollar talento.

La repetición de este proceso, que ahora se observa en 5 o 6 jugadores mexicanos al año, está generando una generación de futbolistas con una madurez y experiencia que antes era poco común en jugadores de su edad. Esto se traduce en una Selección Mexicana más competitiva, capaz de enfrentar de tú a tú a las potencias mundiales.

¿Cuáles son los beneficios de este modelo?

• Adaptación gradual: Los jugadores se adaptan al fútbol europeo de forma más suave, evitando lesiones y presiones innecesarias.
• Desarrollo de habilidades: La competencia en la Liga MX y en las ligas europeas de menor nivel permite a los jugadores desarrollar una amplia gama de habilidades.
• Confianza: El éxito en estas ligas les brinda la confianza necesaria para dar el salto a ligas más competitivas.
• Valor de mercado: Al demostrar su talento en Europa, los jugadores aumentan su valor de mercado y atraen el interés de clubes más grandes.

¿Qué desafíos enfrenta este modelo?

• Competencia: La competencia por un lugar en la Selección Mexicana es cada vez más fuerte, lo que exige un rendimiento constante.
• Lesiones: El riesgo de lesiones siempre está presente, y una lesión grave podría interrumpir el progreso de un jugador.
• Presión: La presión mediática y de los aficionados puede ser abrumadora para los jóvenes jugadores.

Si bien este modelo ha demostrado ser exitoso, es importante recordar que el fútbol es un deporte impredecible y que no hay garantías de éxito. Sin embargo, al seguir desarrollando jóvenes talentos de esta manera, México está sentando las bases para construir una Selección Mexicana capaz de competir al más alto nivel y alcanzar los objetivos que se ha propuesto.