Hablar de los peores partidos de la historia de la Liga MX es sumergirse en una galería de momentos infames, en donde el aburrimiento, la falta de espectáculo o los errores grotescos marcaron capítulos que ningún aficionado quisiera revivir. A lo largo de los años, la Primera División de México ha sido testigo de encuentros que, lejos de emocionar, provocaron bostezos, abucheos y un sinfín de críticas por parte de prensa y fanáticos. Acompáñanos a repasar cinco de esos enfrentamientos que pasaron a la historia por todo lo que no debe tener un buen partido de fútbol.
Antes de enlistar los cinco peores partidos en la historia de la Liga MX, es importante contextualizar qué elementos hacen que un encuentro sea recordado negativamente. No se trata únicamente de la ausencia de goles, sino de una combinación de factores como la baja intensidad, el conformismo táctico, la acumulación de errores arbitrales o técnicos, y la total desconexión con el espectáculo.
En muchas ocasiones, incluso partidos entre equipos grandes o en instancias definitivas han sido decepcionantes, dejando la sensación de que se jugó más a no perder que a ganar. El impacto mediático posterior, la reacción de las aficiones y la cobertura en medios especializados también son elementos clave para calificar un partido como uno de los peores en la historia del torneo.
El Clásico Nacional es, por definición, uno de los partidos más esperados de cada torneo. Sin embargo, en el Clausura 2023, América y Chivas protagonizaron un encuentro completamente carente de emociones. A pesar de tener planteles con figuras como Henry Martín y Alexis Vega, el partido estuvo plagado de imprecisiones, escasa intensidad y una nula propuesta ofensiva.
El Estadio Azteca lució un lleno total, pero los asistentes salieron frustrados. Ambos equipos parecían más preocupados por no cometer errores que por buscar el triunfo. La prensa nacional calificó el duelo como "una parodia del Clásico" y la afición en redes sociales lo sentenció como uno de los peores enfrentamientos entre estos dos gigantes.
En una de las jornadas más olvidables del Apertura 2018, Querétaro y Puebla ofrecieron uno de los espectáculos más insípidos de la Liga MX. El partido terminó sin goles, sin remates a portería y con apenas un par de jugadas que podrían considerarse de peligro. Lo más recordado del encuentro fue una bronca menor en el mediocampo, producto de la frustración acumulada por la inoperancia de ambos equipos.
Este partido es citado con frecuencia en los rankings de los peores duelos del fútbol mexicano, no sólo por la falta de goles, sino por la total ausencia de intención ofensiva. Las estadísticas del encuentro mostraron que ambos equipos apenas superaron el 70% de precisión en pases y no lograron conectar más de dos toques en zona ofensiva.
Aunque el marcador sugiere cierta emoción, este partido fue un cúmulo de errores garrafales por parte de Cruz Azul. En el Clausura 2015, La Máquina venía de una buena racha y enfrentaba a un Atlas irregular. Sin embargo, la noche en el Estadio Azul se tornó oscura rápidamente. Los errores defensivos, dos autogoles insólitos y una expulsión evitable convirtieron el encuentro en una tragicomedia.
La afición cementera terminó abucheando a su equipo, mientras la prensa lo calificaba como "una vergüenza institucional". Fue una de esas noches en que nada sale bien, y por eso este partido figura entre los peores que se han jugado en la Liga MX.
El torneo Guardianes 2020 fue atípico por muchas razones, entre ellas la ausencia de público por la pandemia de COVID-19. Y dentro de ese contexto, el Toluca vs Necaxa de la jornada 12 fue un reflejo del letargo generalizado. El partido careció por completo de ritmo, intensidad o emoción.
Los equipos no generaron peligro, los entrenadores apostaron por esquemas ultradefensivos y la transmisión televisiva recibió duras críticas por la falta de espectáculo. Incluso comentaristas de cadenas nacionales lo mencionaron como "uno de los partidos más tristes en la historia reciente del fútbol mexicano".
Aunque no fue parte de la Liga MX como tal, este amistoso quedó en los registros por su impacto mediático. En el Invierno 2001, los Pumas decidieron jugar un partido de preparación contra su filial Sub-20. El resultado: un empate sin goles en un partido sin llegadas, sin ideas y con una evidente desidia por parte del primer equipo.
La prensa deportiva lo reportó como "una vergüenza institucional", ya que los juveniles, lejos de ser superados, dominaron largos lapsos del encuentro. Este partido no sólo reflejó la crisis deportiva de Pumas en aquel entonces, sino que marcó un punto de quiebre en la gestión directiva del club.
24/03/2025
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