El fútbol mexicano ha sido escenario de múltiples escándalos legales que han involucrado a jugadores de la Liga MX, afectando tanto sus carreras como la reputación de sus clubes. Estos incidentes han abarcado desde delitos graves hasta problemas contractuales, dejando una marca indeleble en la historia del balompié nacional.
Omar Ortiz, exguardameta de equipos como Monterrey y Jaguares, fue detenido en 2012 por su participación en una red de secuestros. Su rol consistía en identificar a posibles víctimas de alto poder adquisitivo para facilitar su captura. En 2019, fue sentenciado a 75 años de prisión por su implicación en al menos tres secuestros.
En junio de 2019, Joao Maleck, entonces una joven promesa del fútbol mexicano, protagonizó un accidente automovilístico en estado de ebriedad que resultó en la muerte de una pareja de recién casados. Fue declarado culpable de homicidio culposo agravado y sentenciado a tres años, ocho meses y 15 días de prisión. En diciembre de 2020, obtuvo su libertad condicional y posteriormente continuó su carrera en la Liga de Expansión MX.
El argentino Jonathan Fabbro, quien militó en equipos como Lobos BUAP y Jaguares, fue detenido en 2017 acusado de abuso sexual contra su ahijada menor de edad. Tras ser extraditado a Argentina, en 2019 fue condenado a 14 años de prisión por los delitos cometidos entre 2012 y 2016.
En marzo de 2020, el ecuatoriano Renato Ibarra, jugador del Club América, fue detenido por presunta violencia familiar y tentativa de feminicidio contra su pareja. Aunque los cargos fueron retirados posteriormente, el incidente llevó a su separación del equipo y posterior transferencia al Atlas.
En 2015, los jugadores de Necaxa, Luis Gorocito y Alejandro Molina, agredieron a un joven fuera de un club nocturno en Aguascalientes. La víctima falleció debido a las lesiones, lo que resultó en la detención y procesamiento de ambos futbolistas.
El brasileño Dani Alves, quien jugó para Pumas, fue detenido en enero de 2023 en Barcelona acusado de agresión sexual. El incidente supuestamente ocurrió en una discoteca de la ciudad. Tras su detención, Pumas rescindió su contrato de manera inmediata.
En diciembre de 2019, Víctor Guzmán fue anunciado como refuerzo de Chivas. Sin embargo, una prueba antidopaje positiva de meses atrás salió a la luz, lo que llevó a la cancelación de su contrato. Guzmán negó las acusaciones y enfrentó un proceso legal mientras permanecía en Pachuca.
Alan Pulido, exjugador de Tigres, enfrentó una disputa contractual en 2014 al declararse agente libre, mientras el club afirmaba que tenía contrato vigente. El caso llegó al Tribunal de Arbitraje Deportivo. Además, en 2016, Pulido fue víctima de un secuestro en Tamaulipas, del cual logró escapar horas después.
En febrero de 2021, Jonathan Suárez, jugador de Querétaro cedido al Orlando City de la MLS, fue arrestado en Florida acusado de agresión sexual. Tras su detención, su contrato fue rescindido y regresó a México. En mayo de 2021, los cargos fueron retirados por falta de pruebas.
En agosto de 2017, Rafael Márquez, exjugador de Atlas y capitán de la selección mexicana, fue sancionado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos bajo la Ley Kingpin por presuntos vínculos con el narcotráfico. Se le acusó de actuar como testaferro para una organización criminal. En septiembre de 2021, su nombre fue retirado de la lista de sancionados.
27/12/2024
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