Jonathan Borja, jugador Ecuatoriano que formó parte del equipo de Cruz Azul que fue eliminado por Pumas en aquella remontada de semifinal en el 2020, ha hecho una revelación de escándalo de por qué no jugó más, le pedían dinero parte del CT para poder tener minutos: "Yo en Cruz Azul me enteró que había un empresario cerca del CT, no digo nombre por respeto, ellos tenían que llevarse una cantidad de dinero y ese dinero entre el empresario que a mi me llama para ir a Cruz Azul y una persona que estaba en el club se lo quedan ellos, eso fue lo que paso. Hoy el futbol se maneja mucho así, los jugadores que trae el DT, siempre se lleva algo"
Las declaraciones de Jonathan Borja en Studio Fútbol han sacudido los cimientos del fútbol mexicano. El ecuatoriano, quien tuvo un breve y frustrante paso por Cruz Azul, reveló detalles escabrosos sobre su experiencia en el equipo cementero, poniendo en entredicho la integridad de la institución y, por extensión, de toda la Liga MX.
Borja denunció irregularidades en el trato que recibió durante su estancia en México, insinuando que factores ajenos al rendimiento deportivo influyeron en su poca participación. Sus palabras han encendido las alarmas y han avivado las sospechas sobre la existencia de prácticas corruptas en el fútbol mexicano.
La historia de Borja no es un caso aislado. A lo largo de los años, han surgido numerosos rumores y acusaciones sobre arreglos, compra de partidos y favoritismos en la Liga MX. La falta de transparencia y la impunidad con la que se han manejado estos casos han generado una profunda desconfianza en la afición y en la opinión pública.
Es hora de que las autoridades del fútbol mexicano tomen cartas en el asunto y realicen una investigación a fondo sobre las denuncias de Borja y otros jugadores. La credibilidad de la Liga MX está en juego y es necesario tomar medidas drásticas para erradicar la corrupción y garantizar un juego limpio.
La afición mexicana merece un fútbol transparente y justo. No podemos seguir permitiendo que intereses oscuros manchen la imagen de nuestro deporte. Es fundamental que se establezcan mecanismos de control y vigilancia efectivos para evitar que casos como el de Borja se repitan en el futuro.
Las declaraciones de Borja son solo la punta del iceberg. Detrás de ellas se esconde una realidad mucho más compleja y oscura. La Liga MX debe enfrentar este problema de frente y demostrar que está dispuesta a cambiar.
¿Hasta cuándo vamos a permitir que la corrupción siga manchando nuestro fútbol? Es hora de que las autoridades actúen y de que los equipos y los jugadores se comprometan a jugar limpio. El futuro del fútbol mexicano está en juego.
01/11/2024
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