Por Carlos Pérez
En el fútbol mexicano han pasado un sin fin de jugadores talentosos que han quedado en el olvido de la memoria colectiva de la afición mexicana. En este caso, hablaremos de un jugador que se destacó por su gran trato con el balón, sobre todo por su golpeo de balón que lo llevó a ser titular indiscutible en la Selección mexicana.
Uno de sus mejores partidos los dio contra la Selección de Francia en el Mundial de Sudáfrica 2010. Si bien no anotó ninguno de los goles de aquel partido, si dio una master class de cómo jugar en el centro de campo. Aquella noche fue prácticamente el cerebro del equipo, pese a que cierta parte de la afición no confiaba en él.
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Estamos hablando de Guillermo Franco, argentino naturalizado mexicano que vivió su último Mundial en Sudáfrica bajo las órdenes de Javier Aguirre. El Guille logró ser una de las sorpresas en aquel torneo, pues cierta parte de la afición cuestionaba la decisión del Vasco en ponerlo dentro de aquella convocatoria.
Según ESPN, ahora el ex futbolista tiene a cargo una empresa que se encarga de la compra y venta de chatarra. Además de tener funciones en la universidad del Tec de Monterrey, Franco decidió alejarse de las canchas, pues comenta que se sintió saturado por la presión que implicaba ser futbolista profesional.
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