La imagen de la Selección Mexicana está dañada, y ni la FMF, que trajo a Javier Aguirre por tercera ocasión, parece corregir los malos manejos y la priorización del negocio sobre lo deportivo. El partido de México vs. Nueva Zelanda evidenció la desconexión que existe entre el Tri y los aficionados, quizás por primera vez en su historia. El negocio podría acabar si continúan por el mismo camino de los últimos ciclos. Esto se reflejó en la asistencia del sábado: aunque más de 25 mil aficionados estuvieron presentes, la mera presencia del equipo nacional ya no garantiza los llenos absolutos de años anteriores.
El exceso de partidos "moleros" en Estados Unidos está cansando a los fanáticos. Esta falta de entusiasmo no solo se vio en las butacas vacías, sino también en los comentarios en redes sociales, que evidencian la desconexión con la Selección Nacional. Aunque algunos medios intentaron generar expectativa con la llegada de Javier Aguirre y Rafael Márquez como auxiliar, los fanáticos no quieren saber nada del Tri y piden a la afición no acudir a los estadios como señal de protesta. Periodistas como David Faitelson también comparten este sentimiento, revelando que partidos como el de Nueva Zelanda no sirven como parámetro para medir a la Selección Mexicana.
No solo es la tercera vez que Javier Aguirre dirige a la Selección Nacional, sino que los nombres de los jugadores en el campo no convencen. No hay una figura destacada en el fútbol internacional, y el juego en conjunto, que antes era una fortaleza, no se ha visto. Javier Aguirre es el entrenador mexicano más experimentado, pero no hay nada novedoso: ya ha fracasado en dos Mundiales, y con los jugadores actuales, los aficionados intuyen que el resultado no será diferente. El presente del Tri es triste, pues en los últimos resultados no se ha superado a selecciones como Estados Unidos o Canadá, además de quedar fuera en fases de grupos en competiciones donde solían avanzar. Esto refleja un retroceso o, en el mejor de los casos, un estancamiento.
El enfoque en el negocio ha afectado el desarrollo de jóvenes talentos. La representación azteca en el extranjero es casi nula. Un ejemplo reciente es Roberto Alvarado, quien tuvo una destacada actuación contra Nueva Zelanda pero decidió quedarse en Chivas, en lugar de ir al Flamengo de Brasil, un equipo de mayor nivel donde podría haber desarrollado más su potencial futbolístico, participando en torneos como la Copa Libertadores.
Aguirre fue cuestionado sobre la desconexión entre el público y el Tri, que se evidenció en la baja asistencia a su debut. Fiel a su estilo, el Vasco buscó calmar las aguas y no encender alarmas por el bajo interés en la Selección: “La afición es soberana, espera algo a cambio de su entrada. Nosotros empezamos hoy; era poco probable que, sin haber visto nada, se llenara un estadio tan grande como este. He jugado varios años aquí, con el Cosmos y con el Chicago Fire, y no lo llenábamos”.
El técnico mexicano confía en que su trabajo y el de sus jugadores poco a poco volverá a atraer al público: “Decir que 25 mil personas no es una mala cifra. No es fácil, pero en la medida en que vayamos animándonos unos a otros y la gente esté contenta, se animará más, estoy seguro. Vamos haciendo camino, entregados. Si los resultados son buenos, la gente se acercará”.
El México vs Nueva Zelanda, con poco más de 25 mil aficionados, marca la tercera peor asistencia del Tri en territorio estadounidense, según datos de ESPN:
En los últimos cinco años, el juego entre México y Guatemala en la Copa Oro 2021 registró la peor asistencia, con 15,391 aficionados en el Cotton Bowl de Dallas
Aunque el México vs. Guatemala de 2021 ostenta el peor récord, el duelo entre el Tri y Panamá por el tercer lugar en la CONCACAF Nations League 2023 vendió cerca de 35 mil boletos, pero solo se registró la entrada de 15 mil aficionados
En los últimos cinco años, el amistoso entre México y Panamá en Austin, Texas, en 2021, tuvo un aforo de 17,202 aficionados
El debut de Aguirre ocupó el tercer puesto de peores asistencias en los últimos cinco años, con 25,271 personas en el Rose Bowl de California.
26/11/2024
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