El fútbol ha experimentado una serie de modificaciones a lo largo de su historia, pero pocas han sido tan significativas en los últimos tiempos como las que afectan a las sustituciones de jugadores. El juego moderno ha cambiado en parte debido a la evolución de las reglas sobre los cambios, especialmente a raíz de la pandemia de COVID-19, lo que ha tenido un impacto directo en la gestión del tiempo de juego, el rendimiento físico de los jugadores y las estrategias de los entrenadores. En este artículo, exploraremos cómo funcionan las sustituciones en el fútbol actual, las ventanas permitidas, las excepciones y los beneficios que conllevan.
Curiosamente, el fútbol no siempre permitió las sustituciones. Hasta la década de 1960, los once jugadores que comenzaban el partido debían terminarlo, independientemente de su estado físico. Esto cambió en 1965, cuando se permitió el primer cambio en el fútbol profesional en Inglaterra. Desde entonces, las reglas sobre las sustituciones han ido evolucionando progresivamente, pero siempre estuvieron limitadas hasta la década de 2020.
Antes de mayo de 2021, los equipos podían realizar únicamente tres cambios por partido. Sin embargo, con la pandemia de COVID-19, la FIFA y el International Football Association Board (IFAB) introdujeron una modificación temporal, permitiendo cinco sustituciones por partido. Esta medida se adoptó para cuidar la salud de los jugadores, quienes enfrentaban un calendario de partidos más ajustado debido a la pandemia. Finalmente, esta regla se mantuvo de manera permanente, ya que permitió a los equipos manejar mejor el desgaste físico de sus jugadores sin alterar significativamente el ritmo del juego.
En la actualidad, cada equipo tiene la posibilidad de realizar hasta cinco cambios por partido, lo que no solo ayuda a proteger la salud de los jugadores, sino que también ofrece más oportunidades tácticas a los entrenadores. No obstante, los cambios no pueden hacerse en cualquier momento indiscriminadamente, lo que nos lleva a la siguiente cuestión, las ventanas de sustitución.
El reglamento establece que, aunque se pueden realizar cinco cambios, estos deben hacerse en un máximo de tres ventanas durante el tiempo regular del partido. Esto implica que los entrenadores no pueden hacer cinco cambios por separado; en su lugar, deben agrupar los cambios en hasta tres momentos durante el partido para no interrumpir excesivamente el flujo del juego.
Si una sustitución se realiza durante el descanso, esta no cuenta como una de las tres ventanas, lo que ofrece a los entrenadores la posibilidad de hacer ajustes sin perjudicar sus oportunidades de cambios en el segundo tiempo. La gestión de estas ventanas es clave para los entrenadores, quienes deben decidir cuándo y cómo utilizar sus cambios para maximizar el impacto en el partido.
En partidos de eliminación directa, como los de la Champions League, la Copa del Mundo o la Eurocopa, es posible que se jueguen tiempos extras si el marcador está empatado al finalizar los 90 minutos. En estos casos, los equipos reciben una ventana adicional para realizar cambios, así como un cambio extra, lo que les permite hacer un total de seis sustituciones.
Esto asegura que los jugadores no sufran un desgaste excesivo y que los entrenadores puedan adaptar sus estrategias a la fase final del encuentro. Esta regla es especialmente importante en torneos de alta intensidad, donde el rendimiento físico y la frescura de los jugadores pueden marcar la diferencia entre avanzar o ser eliminados.
La introducción de cinco cambios ha tenido un impacto directo en el fútbol moderno, no solo desde una perspectiva física, sino también táctica. Los equipos con plantillas más profundas y de mayor calidad pueden beneficiarse de este nuevo reglamento, ya que tienen más opciones para reemplazar a sus titulares con jugadores de igual o mayor nivel. Por ejemplo, equipos como el Real Madrid han podido cambiar el curso de un partido al introducir desde el banquillo a jugadores como Luka Modric o Eduardo Camavinga, lo que les permite mantener un alto nivel de juego durante los 90 minutos.
Otro efecto importante ha sido la reducción del riesgo de lesiones. Los jugadores que presentan signos de fatiga pueden ser reemplazados más fácilmente, evitando posibles lesiones por sobrecarga física. Además, las sustituciones estratégicas en los últimos minutos de un partido permiten que los equipos con ventaja manejen mejor el tiempo y la situación del encuentro.
Un aspecto curioso de las reglas sobre las sustituciones es que, a pesar de las estrictas limitaciones, el realizar un cambio en una cuarta ventana no se considera una "alineación indebida". Si un equipo realiza un cambio en una ventana adicional, el árbitro puede equivocarse y autorizarlo, lo que resultaría en sanciones para el equipo y el colegiado, pero no en la pérdida del partido. Sin embargo, exceder el número total de cambios sí está penalizado, y en esos casos el equipo podría perder el partido por una infracción técnica.
En la Liga MX, los equipos tienen la posibilidad de interrumpir un partido en un máximo de tres ocasiones para realizar cambios de jugadores. Cada una de estas interrupciones se denomina "ventana". Durante estas ventanas, los entrenadores podrán distribuir las cinco sustituciones permitidas por el reglamento de manera estratégica, lo que les permite optimizar el rendimiento del equipo y adaptar su táctica a lo largo del encuentro. Esta normativa busca mantener un ritmo fluido en el juego, al tiempo que brinda a los equipos la flexibilidad necesaria para responder a las dinámicas del partido.
Las sustituciones en el fútbol moderno representan una de las evoluciones más significativas del reglamento en los últimos años. De ser una medida transitoria para proteger la salud de los jugadores durante la pandemia, la posibilidad de realizar cinco cambios por partido ha transformado tanto la gestión táctica de los entrenadores como el rendimiento físico de los jugadores. Con un máximo de cinco sustituciones repartidas en tres ventanas y una sustitución adicional en caso de prórroga, los equipos tienen mayor flexibilidad para adaptar sus estrategias y proteger a sus futbolistas.
22/11/2024
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