Por Javier Vaca
El Club América, que hasta hace poco se mostraba como un equipo prácticamente imbatible en el ámbito local, sufrió un duro revés en la Concacaf Champions Cup, quedando eliminado en cuartos de final. Si bien los errores defensivos individuales de jugadores como Néstor Araujo y Ramón Juárez fueron señalados como factores determinantes en la derrota ante Cruz Azul, existe un elemento silencioso que podría estar minando la fortaleza del conjunto azulcrema y poniendo en riesgo sus aspiraciones de tetracampeonato en el torneo Clausura 2025: las constantes lesiones en su plantel.
La falta de dos delanteros nominales como Rodrigo Aguirre y Henry Martín en los cruciales encuentros contra Cruz Azul evidenció la fragilidad del ataque del Club América ante la ausencia de sus referentes ofensivos. Esta carencia obligó a André Jardine a replantear su esquema táctico, improvisando soluciones que no lograron la contundencia esperada frente a la sólida defensa cementera. La dependencia de estos dos jugadores en la punta del ataque dejó al descubierto una vulnerabilidad que el rival supo aprovechar para sellar la eliminación del conjunto de Coapa del torneo continental.
Curiosamente, la reciente llegada del preparador físico Marcos Seixas al Club América ha coincidido con un incremento en el número de lesiones, particularmente aquellas que afectan las articulaciones de los jugadores. Si bien no existe una relación directa comprobada, esta coincidencia ha generado suspicacias y cuestionamientos sobre los métodos implementados en la preparación física del plantel. Las bajas sensibles de jugadores importantes en momentos clave han impedido que André Jardine pueda contar con su equipo completo, afectando el rendimiento colectivo y la capacidad de mantener la solidez que caracterizó al América en torneos anteriores.
Aunque de manera indirecta y sin señalamientos directos, la gestión de la preparación física a cargo de Marcos Seixas podría tener cierto grado de responsabilidad en las recurrentes bajas que ha sufrido el plantel del América. La acumulación de partidos, la intensidad de los entrenamientos y los viajes constantes podrían estar pasando factura a algunos jugadores, especialmente aquellos con mayor desgaste físico o con antecedentes de lesiones. La prevención y el manejo adecuado de las cargas de trabajo se vuelven fundamentales para evitar que las lesiones sigan mermando el potencial del equipo en la búsqueda de sus objetivos.
Ahora, tras la eliminación de la Concacaf Champions Cup, el Club América deberá centrar todas sus energías en el torneo Clausura 2025, donde la consecución del tetracampeonato se erige como la principal meta para resarcir la decepción continental. Sin embargo, el fantasma de las lesiones sigue acechando al plantel de André Jardine. La incertidumbre sobre la disponibilidad de jugadores clave como Rodrigo Aguirre y Henry Martín, sumada a la posibilidad de que otros elementos sufran percances físicos, podría convertirse en el principal obstáculo para que el América logre mantener la regularidad y la contundencia necesarias para alcanzar el histórico tetracampeonato en el fútbol mexicano.
En este escenario, la verdadera pieza débil del América no radica en un jugador específico como Néstor Araujo o Ramón Juárez, cuyos errores puntuales fueron costosos, sino en la fragilidad física de su plantel. Si las lesiones continúan afectando de manera significativa al equipo de André Jardine, la aspiración de lograr el tetracampeonato podría verse seriamente comprometida. La recuperación oportuna de los jugadores lesionados y una gestión física impecable se vuelven cruciales para que el América pueda superar este nuevo desafío y demostrar que su grandeza trasciende los reveses continentales.
13/04/2025
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