Los 7 millones por los que no le pitan el penal en contra a México, bendita Concacaf

La polémica arbitral ha vuelto a encender los ánimos en la Concacaf, esta vez durante el encuentro de Liga de Naciones, entre Canadá y México. Un incidente en el primer tiempo ha generado fuertes acusaciones de robo y manipulación, alimentando la ya existente suspicacia sobre la transparencia en los torneos organizados por esta confederación.

El centro de la controversia es una jugada en la que Edson Álvarez, jugador de la selección mexicana, protagonizó una acción violenta dentro del área, impactando a un jugador canadiense. Las repeticiones de la jugada muestran claramente el contacto, lo que generó la indignación de los jugadores y aficionados canadienses, quienes reclamaron airadamente un penal a su favor.

Sin embargo, el árbitro central no señaló la pena máxima, y el VAR tampoco intervino para revisar la jugada. Esta decisión ha sido calificada como un "robo" por numerosos analistas y aficionados, quienes consideran que la acción de Álvarez debió ser sancionada con penal.

El negocio detrás de la polémica, 7 millones atrás de esto

El periodista Mauricio Ymay ha revelado que el precio de la entrada más barata para el partido entre Canadá y México era de 100 dólares. Con una asistencia de 70 mil aficionados, esto se traduce en un ingreso de 7 millones de dólares solo por concepto de taquilla. Esta cifra evidencia el enorme negocio que representa la selección mexicana para la Concacaf, lo que refuerza la sospecha de que la confederación podría estar dispuesta a manipular los resultados para asegurar la presencia de México en las finales.

La polémica arbitral ha generado una ola de críticas en redes sociales y medios de comunicación. Los aficionados canadienses se sienten agraviados y exigen una explicación por la decisión del árbitro y el VAR. Los analistas deportivos, por su parte, han cuestionado la transparencia de la Concacaf y han exigido una revisión de los protocolos del VAR.

Panamá ya llamó "corruptos" y "ladrones" a CONCACAF

La semifinal de la Copa Oro entre México y Panamá se vio envuelta en una gran polémica arbitral que ha generado indignación y fuertes críticas hacia la Concacaf. El partido, que terminó con victoria para México, estuvo marcado por una decisión arbitral que muchos consideran injusta y que favoreció claramente al equipo mexicano.

El penal polémico

El momento clave del partido se produjo en el segundo tiempo, cuando el árbitro señaló un penal a favor de México por una supuesta falta dentro del área. Las repeticiones de la jugada mostraron claramente que no existió contacto suficiente para justificar la pena máxima, lo que generó la indignación de los jugadores y aficionados panameños.

Andrés Guardado fue el encargado de ejecutar el penal, convirtiendo el gol que le dio la ventaja a México. La decisión arbitral y el gol de Guardado fueron determinantes en el resultado final del partido, lo que alimentó las sospechas de que México fue favorecido para asegurar su pase a la final.

La reacción de Panamá

Al finalizar el encuentro, los jugadores de la selección panameña expresaron su frustración y descontento con el arbitraje de manera contundente. Los jugadores exhibieron una pancarta con la leyenda "Concacaf Ladrones y Corruptos", dejando en claro su sentir sobre la actuación del árbitro y la organización del torneo.

La pancarta se volvió viral en redes sociales, generando un intenso debate sobre la transparencia y la imparcialidad de la Concacaf. Muchos aficionados y analistas deportivos se sumaron a las críticas, cuestionando la credibilidad de la confederación y exigiendo una revisión de los protocolos arbitrales.