Por Carlos Pérez
Pumas ha nombrado al polémico entrenador Rafael Puente Del Río, y tras los candidatos que sonaban muchos se preguntaron el por qué la directiva auriazul decidió tomar la opción más arriesgada de las que habían sonado en la prensa mexicana. Algunos argumentan que se debía a cuestiones del presupuesto del club.
Sin embargo, el dinero no sería el único factor que haría que Pumas no fichara a otro entrenador que no sea Puente. El caso de Jaime Lozano, por ejemplo, se adaptaba a las expectativas económicas del club. Lamentablemente para Lozano tampoco se logró dar dicho acuerdo, por lo que nos deja en claro que el salario no era lo único importante en el club.
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Según Mediotiempo, una de las trabas que hubo con Lozano fue el asignarle un miembro del cuerpo técnico. Según el reporte del portal deportivo indica que el rescindir de contratos de Andrés Lillini y su cuerpo técnico son difíciles de rescindir, por lo que buscaban que Ariel González formara parte del equipo del siguiente entrenador.
Con ello Miguel Mejía Barón tendría una mayor influencia en la plantilla, así como un contacto más directo con jugadores de peso como Eduardo Salvio o Dani Alves. Pues consideran que el mantener la armonía en una plantilla con figuras de peso es importante para que el torneo no se venga abajo.
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