Liga MX

No merecía la 10 de Chivas, se la dieron, apareció apoyando al América en el estadio

El jugador sorprende con su proceder, aunque jugó en las Chivas, le va al América.

Por Ricardo Patricio Constante

Jugador besando el escudo del América, mientras está con la de Chivas (Fuente: Grok)
Jugador besando el escudo del América, mientras está con la de Chivas (Fuente: Grok)

La historia de Ángel Reyna es un fascinante y a menudo controvertido capítulo en el fútbol mexicano. Un jugador dotado de un talento innegable, capaz de deslumbrar con su habilidad y visión en el campo, pero también marcado por la polémica y una relación tensa con la afición, especialmente durante su paso por las Chivas Rayadas de Guadalajara.

El club rojiblanco invirtió grandes esperanzas en Reyna, otorgándole el emblemático dorsal número 10 y recibiendo el respaldo personal del entonces propietario, Jorge Vergara. Sin embargo, su legado en Chivas quedó más grabado por sus declaraciones desafortunadas hacia la afición que por sus goles y asistencias. Ahora, años después de su turbulenta salida, Reyna ha sorprendido al fútbol mexicano al aparecer en uno de los palcos del Estadio Ciudad de los Deportes (Azul Crema), apoyando al acérrimo rival de Chivas, el Club América. En una reciente entrevista con el popular personaje de internet, el Escorpión Dorado, Reyna reveló un secreto que muchos sospechaban pero pocos confirmaban: su afición por las Águilas del América.

El Desembarco de una Promesa en el Rebaño Sagrado

A principios de la década de 2010, Ángel Reyna era considerado una de las joyas del fútbol mexicano. Tras destacar en equipos como América y Necaxa, Chivas, bajo la visión de Jorge Vergara, apostó fuerte por su talento. Se realizó un esfuerzo significativo para concretar su fichaje, viéndolo como el jugador capaz de liderar al equipo y devolverlo a los primeros planos. La directiva rojiblanca no escatimó en elogios hacia Reyna, destacando su potencial para marcar una época en el club.

La llegada de Reyna a Chivas generó una gran expectación entre la afición. Se le entregó la mítica playera número 10, un dorsal cargado de historia y responsabilidad en el club rojiblanco, que en el pasado habían portado leyendas como Ramón Morales y Alberto Coyote. Este gesto simbolizaba la confianza depositada en él para ser el motor creativo y el referente ofensivo del equipo. Jorge Vergara, conocido por su ojo para el talento y su trato cercano con los jugadores que consideraba especiales, también mostró un apoyo particular hacia Reyna, consciente de su potencial para marcar la diferencia.

Destellos de Calidad en un Ambiente Enrarecido

En el terreno de juego, Ángel Reyna mostró destellos de la calidad que lo había llevado a ser considerado una promesa del fútbol mexicano. Su habilidad para el regate, su visión para generar pases filtrados y su capacidad para marcar goles espectaculares eran innegables. Hubo partidos en los que Reyna tomó las riendas del equipo y fue determinante en la obtención de resultados positivos. Sin embargo, su rendimiento en Chivas fue irregular y no logró consolidarse como el líder indiscutible que se esperaba.

Diversos factores contribuyeron a esta inconsistencia. Problemas de adaptación al entorno de Chivas, un club con una idiosincrasia y una presión muy particular, así como altibajos en su estado físico y mental, influyeron en su desempeño. Además, el equipo en general no atravesaba su mejor momento futbolístico, lo que dificultó aún más que Reyna pudiera brillar de manera constante.

El paso de Ángel Reyna por Chivas no estuvo exento de controversias. Su relación con la afición rojiblanca se deterioró progresivamente, llegando a un punto de quiebre que marcó su salida del club. En varias ocasiones, Reyna realizó declaraciones desafortunadas dirigidas a los seguidores de Chivas, criticando su exigencia y su apoyo. Estas palabras calaron hondo en una afición apasionada y leal, que sintió como una traición las críticas de un jugador al que se le había brindado una oportunidad y una gran responsabilidad.

Uno de los episodios más recordados y polémicos ocurrió tras un partido en el que Chivas no obtuvo el resultado esperado. En lugar de ofrecer disculpas o mostrar autocrítica, Reyna arremetió contra la afición, cuestionando su apoyo y su derecho a criticar. Estas declaraciones encendieron la furia de los seguidores rojiblancos, que manifestaron su descontento de manera contundente en redes sociales y en el estadio.


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