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El jugador mexicano que con solo 15 años ya era crack del Tri y viajó a Europa, ahora juega en el barrio

El cambio que vivió el deportista mexicano que pintaba para grandes cosas

Por Ricardo Patricio Constante

Jugador de barrio trata de quitar la pelota, a la derecha, México campeón sub 17 (Fuente: Marcela Caicedo X y Mexsports)
Jugador de barrio trata de quitar la pelota, a la derecha, México campeón sub 17 (Fuente: Marcela Caicedo X y Mexsports)

El sueño de cruzar el charco y triunfar en el fútbol europeo ha sido una constante en la historia del balompié mexicano. Jugadores como Hugo Sánchez y Rafael Márquez han demostrado que el talento azteca puede brillar en las ligas más exigentes del mundo. Sin embargo, no todos los caminos hacia la gloria europea están pavimentados con éxito. La historia de Eddy Vallejo es un claro ejemplo de ello.

En el año 2008, un joven Eddy Vallejo, con apenas 15 años, despertó la atención del Mallorca español tras deslumbrar con su talento en las filas del Pachuca y en las selecciones juveniles de México. Su fichaje por el club bermellón lo convirtió en el jugador mexicano más joven en dar el salto al Viejo Continente, alimentando las esperanzas de una carrera brillante.

En Mallorca truncaron su carrera

Sin embargo, el destino tenía otros planes para Vallejo. Una serie de incongruencias y disputas legales entre el Pachuca y el Mallorca truncaron su desarrollo futbolístico. El joven mexicano se vio envuelto en un limbo legal, sin poder demostrar su valía en el campo.

El tiempo pasó y Vallejo fue relegado al olvido. Su talento, que alguna vez prometió iluminar los estadios europeos, se apagó lentamente. La falta de oportunidades y la frustración lo llevaron a abandonar el fútbol profesional.

El fútbol de barrio en Durango, su nueva faceta

Según reveló el periodista "San Cadilla", Eddy Vallejo encontró un nuevo camino en el fútbol barrial de Durango. Allí, entre canchas de tierra y partidos improvisados, el joven mexicano sigue demostrando su amor por el deporte que lo apasiona.

Edy Vallejo en juego en un cotejo de barrio 

La historia de Eddy Vallejo es un recordatorio de que el talento no siempre es suficiente para triunfar en el fútbol. Los factores externos, como los problemas legales y la falta de oportunidades, pueden truncar las carreras más prometedoras.

A pesar de su triste final en el fútbol profesional, Eddy Vallejo no se rinde. Sigue jugando al fútbol barrial, disfrutando del deporte que ama. Su historia es un ejemplo de resiliencia y pasión por el fútbol, incluso cuando los sueños europeos se desvanecen.

El caso de Vallejo también sirve como reflexión sobre la importancia de proteger a los jóvenes talentos mexicanos que buscan abrirse camino en Europa. Los clubes y las federaciones deben garantizar que los jugadores tengan las condiciones adecuadas para desarrollarse y alcanzar su máximo potencial.

La historia de Eddy Vallejo es un capítulo agridulce en el fútbol mexicano. Un talento precoz que no pudo brillar en Europa, pero que encontró un nuevo hogar en el fútbol barrial. Su legado es un recordatorio de que el fútbol, en su esencia más pura, siempre encuentra un camino para seguir vivo.

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