Por Javier Vaca
El partido entre Mazatlán FC y Chivas del Guadalajara estuvo envuelto en controversia arbitral, especialmente por la marcación de un penal en contra del Rebaño Sagrado. Sin embargo, la polémica no se limitó a la decisión del árbitro central Fernando Hernández, sino que se extendió a una acción antideportiva por parte del guardameta rojiblanco Raúl Rangel mientras se revisaba la jugada en el VAR, un hecho que terminó costándole la expulsión y alterando por completo el desarrollo del encuentro en el estadio El Encanto.
Mientras Fernando Hernández analizaba las imágenes de la posible falta dentro del área de Chivas a través del monitor del VAR, el arquero Raúl Rangel protagonizó una acción que no pasó desapercibida para el cuerpo arbitral. Con la intención de dificultar el cobro de la pena máxima, Rangel realizó una acción sobre el punto penal, buscando alterar la superficie y generar un margen de error para el ejecutor del Mazatlán. Esta conducta fue observada por Rodolfo Pizarro, jugador del equipo local, quien alertó de inmediato al cuarto árbitro sobre la situación.
La acción de Raúl Rangel se encuadra claramente dentro de la descripción de comportamiento antideportivo estipulada en la Regla 12 del reglamento de juego, referente a Faltas y Conducta Incorrecta. Dicha regla establece que un jugador debe ser amonestado con tarjeta amarilla si incurre en acciones como "retrasar la reanudación del juego, no respetar la distancia reglamentaria en un tiro libre o saque de esquina, entrar o volver al terreno de juego sin el permiso del árbitro, o mostrar conducta antideportiva".
Dentro de los ejemplos de conducta antideportiva, la regla menciona explícitamente los "daños deliberados al terreno de juego, como excavar o marcar el punto penal para que el balón rebote mal o hacer más difícil el disparo del rival". La acción de Raúl Rangel al manipular el punto penal con el objetivo de dificultar el lanzamiento del jugador del Mazatlán se ajusta perfectamente a esta descripción, lo que justificaba una sanción disciplinaria por parte del árbitro central.
En cuanto a las sanciones posibles por este tipo de conducta, el reglamento establece la amonestación con tarjeta amarilla por comportamiento antideportivo. Sin embargo, la regla también contempla que, si el acto es considerado muy evidente y deliberado, podría interpretarse como conducta violenta, lo que teóricamente podría acarrear una tarjeta roja, dependiendo del criterio del árbitro. Además, el reglamento indica la reparación inmediata del terreno de juego antes de permitir que se ejecute el penal.
En este contexto, Fernando Hernández se encontraba con la potestad de mostrarle la tarjeta amarilla a Raúl Rangel por su conducta antideportiva. Sin embargo, al haber recibido previamente otra amonestación durante el encuentro, la segunda tarjeta amarilla significó la expulsión del guardameta de Chivas. Ante esta situación inesperada, y con el penal en contra, fue el mediocampista Erick Gutiérrez quien tuvo que improvisar como portero para intentar detener el disparo del Mazatlán, que finalmente terminó en el gol del empate por conducto del delantero Luis Amarilla, privando a Chivas de la victoria en un partido marcado por la polémica arbitral y la expulsión de su portero.
15/04/2025
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