Desde su primer enfrentamiento en 1974 hasta los choques recientes por títulos nacionales e internacionales, la rivalidad entre Tigres y Rayados se ha consolidado como una de las más intensas del fútbol mexicano. El llamado Clásico Regio ha dejado de ser solo un duelo local para convertirse en un espectáculo de alcance nacional, con estadios llenos, plantillas de alto nivel y una rivalidad que trasciende generaciones. No es solo Monterrey el que se detiene cuando estos equipos se enfrentan; es toda la Liga MX la que gira en torno a uno de sus partidos más pasionales. Acompáñanos a recorrer la historia, evolución y números clave que han marcado esta rivalidad regiomontana.
El primer duelo entre Tigres y Rayados se dio el 13 de julio de 1974 en la cancha del Estadio Universitario. Aquel enfrentamiento terminó con empate 3-3, pero sembró las bases para lo que años después se convertiría en uno de los clásicos más esperados del calendario mexicano. Al principio, la rivalidad era una extensión de la competencia entre universidades e identidades sociales: Tigres representaba a la Universidad Autónoma de Nuevo León, mientras que Rayados era identificado con el sector empresarial y la clase trabajadora industrial de Monterrey.
Durante los primeros años, la paridad fue una constante. Sin embargo, a partir de los años 90, la intensidad del clásico aumentó junto con el crecimiento económico de ambos clubes, que comenzaron a invertir en plantillas más competitivas, lo que llevó la rivalidad a nuevos niveles de exigencia.
En el balance histórico, los enfrentamientos en temporada regular han estado equilibrados, aunque con rachas notables. Durante los años 2000, Rayados vivió una etapa dorada con jugadores como Humberto Suazo, Aldo de Nigris y Dorlan Pabón, mientras Tigres comenzaba su proceso de consolidación con la llegada de Ricardo Ferretti.
La década de 2010 marcó el ascenso de Tigres como una potencia nacional. Bajo el mando del "Tuca", el equipo felino no solo logró campeonatos, sino que impuso una supremacía en el clásico con figuras como André-Pierre Gignac, Guido Pizarro y Nahuel Guzmán. En varias ocasiones, estos equipos se enfrentaron en fases definitorias de Liguilla, siendo el duelo más recordado la final del Apertura 2017, donde Tigres se coronó campeón tras vencer a Rayados en el Estadio BBVA.
Esa final cambió la narrativa. Ya no se trataba solo de partidos de orgullo local: ahora se definían títulos. Monterrey buscaría revancha en la final de la Liga de Campeones de la Concacaf 2019, donde logró vencer a Tigres y alzar el trofeo continental. Desde entonces, la rivalidad ha mantenido un equilibrio competitivo que la hace impredecible.
Hasta principios de 2025, se han disputado más de 130 ediciones del Clásico Regio en competencias oficiales. Rayados tiene una ligera ventaja en número de victorias, aunque Tigres ha tenido mejores resultados en instancias clave como Liguillas y finales.
En cuanto a goles, el clásico ha sido históricamente parejo, con ambos equipos superando los 150 tantos en el historial. André-Pierre Gignac es el máximo goleador de la historia del clásico con más de 11 anotaciones, seguido por Humberto Suazo y Aldo de Nigris del lado albiazul. El clásico con más goles ocurrió en 2004, con una victoria 6-3 de Tigres sobre Rayados en el Universitario.
El estadio Universitario y el BBVA han sido testigos de enfrentamientos memorables, y en los últimos torneos ambos equipos han estado en la parte alta de la tabla, lo que ha incrementado la relevancia nacional del clásico.
Tanto Tigres como Rayados llegan a 2025 con planteles que figuran entre los más caros de la Liga MX. Monterrey ha apostado por refuerzos sudamericanos y europeos, mientras que Tigres ha mantenido una base sólida con figuras internacionales y talento nacional. Ambos equipos están en competencia por el título del Clausura 2025 y Tigres se mantiene en torneos de Concacaf.
El Clásico Regio ya no es sólo un partido de calendario: es un evento que implica marketing, derechos de televisión internacional, redes sociales y una enorme movilización de aficionados. Las marcas lo entienden, los jugadores lo viven con intensidad y los entrenadores lo preparan como una final, sin importar el contexto del torneo.
27/03/2025
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